«Que no te la den con queso». Esta expresión con muchos años a sus espaldas y bastante leyenda negra sobre su uso, vuelve a estar de plena actualidad. Nos habéis escrito para que os contásemos qué hay de cierto en algunos artículos publicados últimamente sobre los quesos de supermercado.

Ciñéndonos a la realidad y por supuesto a la normativa, están en lo cierto. Al igual que existe mucha confusión en el consumidor sobre las carnes, con el queso pasa exactamente lo mismo. En los lineales aparecen un montón de productos, que realmente no son queso, aunque disimulan que lo son. Pero eso sí, nunca se publicitan como queso porque no pueden.

Para que algo sea queso, debe estar etiquetado como tal. Y hablamos de etiquetado, porque una de las trampas es que aparezca como uno de los ingredientes del producto. Si es queso, aparecerá escrito en grande, seguido de la procedencia, Denominación de Origen o del animal del que procede.

Una cosa es queso y, otra muy distinta, los derivados del mismo o los preparados lácteos, que lo contienen en una pequeña cantidad:  gratinar, cocinar, rallado, etc .

Qué dice la OCU sobre este tema

En palabras de la la Organización de Consumidores y Usuarios ( OCU):

«Desconfíe de lo que se esconde en las etiquetas». «A veces la clave está en la palabra que falta. Todo en el envase finge ser lo que cree que es, pero en realidad no lo dice en ningún sitio. Rallado o lonchas que no dicen queso, picada que no dice carne. Esas palabras que faltan en la etiqueta no se omiten sin querer, o por azar, o porque quieran acortar la denominación, sino porque, con la normativa en la mano, lo que nos están tratando de vender no será queso, sino un preparado lácteo», anotan, con un objetivo: que no te la peguen.

Una forma sencilla de acertar siempre, además de leyendo el etiquetado, es apostar por los quesos artesanos. Apostar por las pequeñas queserías en núcleos rurales, como Hinojosa de Duero. Además de  fijar población y generar trabajo en los pueblos, nunca os  daremos, gato por liebre.

Así que a partir de ahora «que no te la den con queso»... 😉